"No sabía que se podía sentir la piel tan rica". Llegué con la cara opaca, llena de poros tapados y una que otra manchita… y salí ¡como otra persona! La limpieza fue bacán, súper a fondo, y el peeling no me ardió nada, al contrario, se sintió suavecito. Lo mejor fue mirar mi piel después del tratamiento: lisa, hidratada y con un brillo que no tenía hace rato. Las chiquillas que atienden son un amor, te explican todo y te hacen sentir cómoda desde el minuto uno. Totalmente recomendado si querís regalonearte de verdad.

“No es por exagerar… pero me cambió la cara” Fui por curiosidad y porque tenía unos puntos negros que no salían con nada… y ¡quedé pa’l real! Me hicieron una limpieza súper completa y después aplicaron el peeling. Pensé que iba a arder o algo, pero no, fue piola y muy efectivo. Desde ese día mi piel está más parejita, más luminosa y con menos textura. Hasta mi pololo me dijo que me veía distinta jajaja. Si buscai resultados reales sin sufrir, este combo es perfecto.

“Mi piel lo necesitaba... y yo también” De verdad fue un antes y un después. Entre el estrés, el maquillaje y la falta de tiempo, mi piel estaba hecha bolsa. Me hice este tratamiento y salí con la piel suave como terciopelo, sin esos granitos molestos ni ese tono apagado. Fue como un reset facial. Me encantó que todo fuera explicado con cariño, con productos ricos y un ambiente relajado. Ya agendé la próxima porque quedé feliz. ¡Vale cada peso!